Un artículo de Bernys López.

Haití: Sodoma o Gomorra?

La historia Bíblica relata la destrucción con una lluvia de fuego y azufre de la ciudad de Sodoma bajo el reinado del Rey Bera y Gomorra gobernada por el Rey Birsa. De acuerdo al Santo Libro, en su capítulo 18 del Génesis, Dios reveló a Abraham que destruiría a Sodoma por medio de fuego y azufre porque su pecado era muy grave e irreversible. Abraham intercedió por los justos de la ciudad, y Dios le propuso que no la destruiría si encontraba cincuenta justos en la ciudad, pero Abraham insistió hasta que le dio oportunidad y solo pudo encontrar diez justos, representados por Lot y su familia.

Traigo esto como marco de referencia, porque soy de los que albergan la creencia de que, los últimos acontecimientos acaecidos en el vecino país de Haití, tienen signos indicadores apocalípticos, que nos hacen recordar con atinada certeza, lo acontecido en las ciudades de Sodoma y Gomorra. Algunos libros de la Biblia utilizan este pasaje de la historia de Sodoma y Gomorra, como ejemplo de cómo los pecadores son castigados por la ira divina del señor.

Todos recordamos el demoledor terremoto del 12 de Enero pasado ocurrido en Haití que causó la muerte de casi 300 Mil personas de acuerdo a datos oficiales y dejó sin techo a centenares de miles de familias. Después de eso, un brote de Cólera ha estado afectando al vecino país, el cual ha cobrado la vida de alrededor de 1,600 personas y hermanen afectados más de 70 mil con este contagioso y letal Virus, constituido por su magnitud, en una epidemia. En pleno apogeo del citado virus, lo azota el Huracán Tomás con un saldo menor de muertos, pero con un gran numero de damnificados.

Sodoma y Gomorra eran ciudades revestidas de la corrupción, del ateismo y la prostitución. No menos idéntica es la historia del pueblo haitiano la cual está marcada por sus ritos satánicos, los Zombis (muerte en vida), la hechicería, el Vudú, la prostitución, las tiranías y la opresión causantes de la inmensa pobreza que data desde sus ancestros. La comunidad internacional no debe perder de vista al pueblo haitiano ni mucho menos, las ocurrencias fenomenales y virulentas que han afectado, afectan y afectarán a este empobrecido país.

Al estudiar los párrafos de la Biblia, se deduce que los habitantes de Sodoma y Gomorra habrían traspasado todo límite sobre perversiones en forma irreversible de todo tipo: sexual y natural y sus prácticas eran abominables a Yahvé. La práctica de diversas clases de aberraciones o perversidades sexuales eran tan comunes y exageradas que llegaron a practicar el sadomasoquismo o placer prohibido, la Necrofilia o atracción sexual hacia los cadáveres, el vampirismo o enfermedad mental caracterizada por la excitación sexual asociada con una necesidad compulsiva de ver, sentir o ingerir la sangre existiendo o no el autoengaño creencial de ser un vampiro y la Homosexualidad o interacción o atracción sexual, emocional, sentimental y afectiva hacia individuos del mismo sexo.

Sin temor a equivocarme creo que los acontecimientos de Haití, están ligados intrínsecamente de una u otra forma, a la ira divina del señor. Por lo que entiendo que, el mundo debe no tan solo ayudar a nuestro vecino más cercano, si no también, orar con fe al señor para que levante su castigo, a este sufrido pueblo, y que en vez de centros satánicos y prostíbulos se construyan iglesias para que este pueblo recobre la fe y pueda levantarse como Lázaro, aquel leproso beneficiado con los milagros de Jesús. Oremos por el pueblo Haitiano que es orar por nuestros hijos, por nuestros hermanos y por nosotros mimos.

Lic. Bernis López

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